Hoy analizamos el libro de Nehemías, un líder que manejó muy bien la comunicación. Podemos hablar aquí de muchos temas dado que el libro presenta de forma interesante cómo realizar un plan comunicacional, cómo motivar, cómo organizar, resolución de conflictos, y otros puntos que se podrían abordar desde una teología de la comunicación.

El libro de Nehemías tiene 13 capítulos, y comienza con una oración por el pueblo (cap. 1). La oración es resultado de un informe calamitoso sobre Jerusalén y las murallas. Nehemías era copero del rey Artajerjes y en el cap. 2 pide al rey permiso para ir a Jerusalén a ayudar en la reconstrucción. Es una conversación bastante interesante la que hay en este capítulo.

Se pone en marcha, con cartas de acreditación del rey, con una guardia de capitanes y caballería. Algo interesante de la historia es que al llegar hace una inspección nocturna de las murallas de Jerusalén, tal vez una estrategia; y al día siguiente empieza a motivar a la gente a empezar la reconstrucción. La gente se entusiasmó; pero aparecieron ruidos en la comunicación; Sambalat y Tobias, un par de personajes que se empezaron a burlar y a buscar por todas las formas interrumpir la comunicación entre los israelitas.

El cap. 3 relata la distribución del trabajo por familias, y el cap. 4 de nuevo tiene que ver con Sambalat y Tobias burlándose muy enojados de los trabajadores y buscando producir disturbios.

Nehemías resuelve el tema orando y organizando a los trabajadores y un pequeño ejército organizado allí mismo. Lo notable es que la obra no para un minuto; día y noche, 24 horas al día había gente trabajando y vigilando. Se requiere de mucha motivación y organización para esto. No tenían luz eléctrica como nosotros hoy.

En el cap. 5 surge un problema con gente del pueblo pobre, que hipotecaron sus tierras para poder comer algo. Cuando ellos cuentan a Nehemías esto, él hace una gran reunión convocando al pueblo reclamando sobre el tema de la usura entre miembros de un mismo pueblo. Exige que se devuelva las tierras y que termine ese negocio prohibido por Dios.

En el cap. 6 aparecen de nuevo amenazas por parte de Sambalat, Tobias y un tal Guesen. A través de mensajes y cartas pretendían asustar y desanimar a Nehemías, y desprestigiarlo ante el pueblo. Incluso planificaron maneras de matarlo. A pesar de las intrigas se termina la construcción de la muralla en un record de 52 días de trabajo. Y a partir de allí se organiza el tema de los porteros, los cantores y los levitas.

En el cap. 7 hay una lista de los repatriados, 42.760 personas en Jerusalen.

Luego Esdras lee en medio de una plaza con todo el pueblo reunido el libro de la ley. Todo el pueblo estaba muy atento. Fue una ceremonia muy interesante y llena de expresiones de adoración y de aliento. Los israelitas confiesan sus pecados, se comprometen a obedecer la ley y celebran la fiesta de las enramadas. Finalmente se hace la dedicación de la muralla, se juntan ofrendas, primicias y diezmos para los sacerdotes y levitas, y se realizan algunas reformas civiles y religiosas.

Resumiendo: Nehemías fue un muy buen comunicador. Supo convencer de su proyecto al rey, supo motivar al pueblo para trabajar y terminar el muro en un tiempo récord, supo manejar el tema de los opositores con sus burlas y amenazas, supo organizar la defensa de la ciudad, y también impulsó reformas económicas, sociales y religiosas.

Creo que Nehemías fue un líder comunicador de quien podríamos aprender mucho hoy.

¡Bendiciones! Y hasta la próxima semana.

Red BUENAS NOTICIAS ILIMITADAS

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