Uno ha muerto por todos; por eso todos han muerto. – 2 Corintios 5:14, NVI

La Biblia afirma que cuando Jesús murió, entonces todo el mundo malvado potencialmente murió en él y pagó el precio por sus pecados. Por esto Dios ya está reconciliado con todos los hombres, por eso dice:

Reconciliaos con Dios 2 Corintios 5:20

Potencialmente todos los hombres son salvos; todo lo que los individuos deben hacer es aceptar una salvación tan grande y, mediante ese acto de aceptación, echar mano de la vida eterna.

La fe no tiene virtud en sí misma. Es simplemente la mano por la cual recibimos a Aquel en quien está toda virtud. Así, la justicia no viene por la fe en nuestra fe; se trata de mirar a Jesucristo y creer lo que dice.

La verdadera creencia, cuando se relaciona con una persona, siempre implica más que un asentimiento mental. Si creemos en un banquero, le confiaremos nuestro dinero; si creemos en un médico, acudimos a él con nuestros males físicos. Si vamos a creer en Cristo el Salvador y Señor, debemos permitirle que nos salve de nuestros pecados y debemos obedecerlo implícitamente.

Así, el arrepentimiento, la confesión del pecado, la restitución y la obediencia siempre están asociados con la conversión y la regeneración. Mediante la entrega debemos consagrar nuestro todo a Cristo, y por la fe debemos recibirlo todo.

–Desmond Ford

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