Ilimitado: La hospitalidad de Gayo

Gayo, cuya hospitalidad disfrutamos yo y toda la iglesia aquí, os envía sus saludos ( Romanos 16.23 a).

Sabemos por 1 Cor. 1.14 que Pablo sólo bautizó a dos personas en Corinto, y uno de ellos se llamó Gayo. Esta puede ser la misma persona mencionada en Rom. 16.23 . En este versículo vemos que Gayo era una persona reconocida por su hospitalidad entre los creyentes de Corinto. Más específicamente, también es probable que Pablo se quedara con Gayo durante su estancia en Corinto.

Durante su ministerio, Pablo dependió a menudo de la hospitalidad y la bondad de los demás. No hay vergüenza en esto. Es tal como sería dentro de la familia.

La hospitalidad debe darse con alegría y de corazón, de lo contrario no será un servicio aceptable para Dios. Como escribe el apóstol Pedro,

Ofreceos hospitalidad unos a otros sin murmuraciones ( 1 Pe. 4.9 .)

La hospitalidad debe darse con alegría y de corazón, de lo contrario no será un servicio aceptable para Dios.

Durante su ministerio, Pablo dependió de la hospitalidad de los demás. Otro gran ejemplo de hospitalidad fue Lidia de Tiatira:

La que nos oyó fue una mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, vendedora de púrpura, adoradora de Dios… Y después de ser bautizada, y su casa también, nos exhortaba, diciendo: Si me has juzgado fiel al Señor, ven a mi casa y quédate”. Y ella prevaleció sobre nosotros ( Hechos 16.14–15 .)

Aplicación espiritual

Ya sea que creas que tienes el don de la hospitalidad o no, invita intencionalmente a alguien a comer en casa, a quien normalmente no invitarías, en las próximas dos semanas.

– Eliézer González

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