Aquí encontramos una hoja de ruta que -sistematizada- llegó a llamarse las leyes espirituales.

Podríamos poner a esta porción de las Escrituras escritas por Pablo diferentes títulos…

Por ejemplo “De muerte a vida con Cristo”; o “La liberación o éxodo liderado por Jesucristo”.

NVI lo titula “La vida en Cristo”; NTV: “Vida nueva con Cristo”; DHH “Dios nos libró de la muerte por medio de Cristo”; etc.

Lo que tenemos en el capítulo 2 de Efesios con justa razón ha sido considerada la biblia en miniatura… Aquí nos relata la gran necesidad y la triste suerte de la humanidad alejada de Dios, pero también vemos la misericordia de Dios y el magnífico plan de salvación. Aprendemos cómo el poder de Dios, demostrado en la resurrección, ascensión y entronación de Cristo relatada en el capítulo anterior, ahora opera en la humanidad: libera del pecado, da nueva vida y une a los miembros de la iglesia en un nuevo hogar espiritual” (ver Neufeld*, págs. 48-49)

En el contexto de lo que venimos realizando, valoramos principalmente lo que el texto nos dice referente a la comunicación.

En este caso, podemos ver básicamente características comunicacionales de la humanidad sin Cristo (2. 1-3); Pero Dios, interviene y comunica salvando (2.4-6); y los salvos gratuitamente comunican activamente la fe que actúa por amor (2. 7-10).

Aquí es bueno señalar que la salvación en el individuo o persona actúa de manera sobrenatural pero no necesariamente en una experiencia “mística” como ocurrió con Saulo. A veces Dios se comunica a través de algún hecho sobrenatural, a veces en la soledad leyendo la Biblia; pero mayormente Cristo se manifiesta a los que están perdidos, sin fe y sin esperanza, a través de la predicación de la iglesia.

Recordemos que el eje central de Pablo está centrado en la Iglesia y el propósito de la misma en nuestro mundo. Por tanto, aquí el mensaje principal debemos entenderlo en el contexto del mensaje de Jesucristo predicado por la iglesia (el conjunto de creyentes en una comunidad).

Aquí encontramos una hoja de ruta que sistematizada llegó a llamarse las leyes espirituales, entre los niños el libro sin palabras, y posiblemente existan otras fórmulas. Cuando hablamos de fórmulas, tenemos que entender que aquí no se trata de un ejercicio de matemáticas, pero sí podríamos hablar de un conjunto de elementos que deberíamos tener en cuenta, organizando el mensaje no de forma rígida y aburrida, sino en verdaderas ilustraciones de cómo Dios transforma el corazón y la vida de los seres humanos.

Es peligroso hacer una predicación tipo loro o papagayo, repitiendo sin sentido, frases que posiblemente parezcan idioma chino para alguien que nunca leyó las Escrituras. Por eso, aquí es bueno que analicemos estos textos, y meditemos, pidamos sabiduría al Señor para poder transmitir estos textos de una manera comprensible para las personas que nos rodean.

Algunas cosas que tendríamos que comunicar:

  • Sin Cristo estábamos muertos en delitos y pecados (incomunicados con Dios)
  • Siguiendo la corriente (comunicación) de este mundo.
  • Conforme a la comunicación de los espíritus y poderes del mal.
  • Nuestra comunicación interna y externa estaba enfocada en el mal y el pecado.
  • Toda nuestra comunicación expresaba que estábamos completa y absolutamente perdidos.
  • Pero Dios, lleno de misericordia y amor, por su gracia, nos comunicó, envió a este mundo a Jesucristo.

El plan de redención de Dios en Cristo nos comunica que:

  1. Vivimos en Jesucristo (por fe y gracia).
  2. Vivimos en la resurrección de Jesucristo (por fe y gracia).
  3. Vivimos en lugares celestiales junto a Jesucristo (por fe y gracia).
  4. Vivimos sin méritos comunicando buenas acciones (por fe y gracia).

El texto tiene una amplia riqueza teológica donde podríamos pasar horas hablando del tema de la justificación por la fe, y vemos que el texto incluso desarrolla brevemente aspectos relacionados a la santificación por la fe y la glorificación por la fe.

Me parece muy interesante, que Pablo como que hasta trae a sus tiempos, y a los nuestros la glorificación por fe, antes de la Segunda Venida de Cristo. Ya, pero todavía no, vivimos en los lugares celestiales, en el lugar Santísimo, en la gloria del Padre.

Todo el texto va guiando nuestros pensamientos hacia un cambio de vida, y yo le añadiría, un cambio de comunicación.

Culmino con un párrafo de Neufeld, advirtiéndonos de algo importante referente a nuestra comunicación:

“La santidad bíblica o el “separatismo evangélico” plantea la necesidad de ser diferentes y separados del mundo, sin abandonar el mundo o escapar de él. No podemos abandonar la “senda angosta” por los beneficios de la “supercarretera” del mundo. Más bien somos desafiados por Dios mismo a imitarlo en sus constantes “ingresos a la supercarretera del mundo”, con la única meta de arrebatar nuevas hermanas y nuevos hermanos e integrarlos a la “senda angosta” de la comunidad de discípulos”. Esto constituye un “separatismo evangélico generoso y fiel”, que no da las espaldas al mundo, pero tampoco se deja “colonizar” por el mundo y su “gas mortal” de “rebeldía contra Dios” (pág. 55).

Quizá usted podría analizar qué ocurría si cambiamos la expresión “para buenas obras” por “para una buena comunicación”.

Por aquí cierro el tema, y ¡hasta la próxima!

  • Wolfgang A. Streich

Neufeld, Alfred (2006) Efesios: Iglesia Humana con Propósitos Divinos. Instituto Bíblico Asunción. Facultad de Teología de la Universidad Evangélica del Paraguay. 


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