Ilimitado: Todo el Pueblo del Señor

Saludad a Asíncrito, a Flegón, a Hermes, a Patrobas, a Hermas y a los demás hermanos que los acompañaban. Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todo el pueblo del Señor que está con ellos ( Romanos 16. 14–15 ).

En estos dos versículos, nueve personas son saludadas específicamente por su nombre, junto con muchas otras. 

No sabemos casi nada sobre las personas a quienes Pablo saluda aquí. Julia, la única mujer nombrada en este versículo, pudo haber sido posiblemente la esposa o hermana de Filólogo. Sabemos que un eminente romano fue ejecutado en el año 95 d. C. por ser cristiano y su esposa fue desterrada. El nombre de su principal siervo era Nereo. ¿Podría haber sido este el mismo hombre a quien saluda Pablo?

¿Has estado alguna vez en una iglesia en la que se reciben e intercambian saludos con otras iglesias? Esto sirve para fomentar un maravilloso sentido de comunidad.

El Señor estaba señalando que los lazos que unen a nuestra familia espiritual son tan reales y espiritualmente mayores que los lazos que unen a nuestras familias terrenales.

La palabra griega usada para “saludar” a lo largo de este capítulo significa mucho más que simplemente decir “hola” a alguien. Significa literalmente abrazar a alguien como lo haría con un miembro de su propia familia.

Esto nos recuerda cuando Jesús estaba enseñando en Cafarnaún, y María con sus hermanos viajaron hasta allí desde Nazaret para llevarlo a casa, pensando que estaba loco. Jesús dijo a la gente que lo rodeaba:

¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? ( Marcos 3.33 .)

El Señor estaba señalando que los lazos que unen a nuestra familia espiritual son tan reales y espiritualmente mayores que los lazos que unen a nuestras familias terrenales.

Aplicación espiritual

¿Cuáles son las cosas que te impiden amar y tratar a los miembros de tu comunidad espiritual como a tu propia familia?

– Eliézer González

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